La motivación como principal combustible para la atención: Neurobiología de la motivación.
La emoción nos permite crear una vía hacia el aprendizaje. Hemos hablado estas semanas sobre la importancia de emocionar a los niños con actividades novedosas y creativas para poder captar su atención. Pero sabemos cómo se mantiene la emoción? Sabemos cómo mantener la atención en el estímulo que después de un rato ya no es novedoso? No es ni mas ni menos que con la Motivación.
La motivación permite focalizar la atención en un solo estímulo, por encima de una gran cantidad de estímulos que llegan del medio. Es una gran aliada de la memoria y del aprendizaje, ya que mantiene abierta la puerta atencional fundamental para la adquisición y consolidación del conocimiento.
“La emoción abre la puerta de la atención. La motivación se encarga de mantener esa puerta abierta, evitando que se cierre con el tiempo durante el proceso de consolidación del aprendizaje”
A nivel cerebral, la motivación goza de un circuito propio, el circuito motivacional que genera durante su proceso una sustancia llamada Dopamina. La dopamina es un neurotransmisor con múltiples funciones a nivel cerebral. Tiene funciones en la cognición, en el comportamiento, en el sueño, en la actividad motora, en la producción de la leche materna, en el humor, en el aprendizaje, en la recompensa, en la motivación y en nuestra amiga esquiva la atención. Como puedes ver, la dopamina vive muy ocupada trabajando para que tu organismo funcione bien.
Ahora mismo lo que más compete es saber que la dopamina interviene de forma eficaz en el proceso de mantener el foco atencional sostenido en el tiempo, para fijar o consolidar los aprendizajes en la memoria a largo plazo.
“La dopamina es llamada el neurotransmisor del placer y la felicidad”
Diariamente, recibimos cientos de estímulos que no pueden ser respondidos por nuestro sistema atencional, por tanto, existe un sistema de filtrado de información que se encarga de hacer el trabajo, como un colador y escoge solo aquellos estímulos inmediatos que son realmente importantes para nuestra supervivencia. Este sistema del que hablamos es el Sistema Activador Reticular Ascendente (SARA). EL SARA esta encargado de filtrar cerca del 95% de los estímulos que recibimos y que considera sin importancia para nuestra supervivencia.
Luego de que el SARA ha hecho su grandioso trabajo, el estimulo sensorial o los estímulos sensoriales que han sido escogidos, viajan a través de las vías dopaminérgicas en el área tegmental ventral y el sistema amigdalino (sistema límbico: núcleo emocional del cerebro). Aquí el estimulo sufre de nuevo una evaluación exhaustiva por parte de la amígdala, quien se encarga de verificar si el estimulo es peligroso o favorecedor para la supervivencia del sujeto.
Cuando el estímulo es peligroso y/o posible fuente de dolor es inmediatamente rechazado y almacenado en nuestra memoria a largo plazo con el objetivo de no volver a tener conductas que nos lleven a un estimulo similar o activa las conductas de huida y protección.
Cuando por el contrario el estimulo es evaluado como favorecedor de la supervivencia o fuente de placer, la información del estímulo seguirá viajando hasta llegar a la principal fuente de dopamina el Núcleo Accumbens.
Al llegar al Núcleo Accumbens, el estimulo es bañado de dopamina antes de seguir su camino hacia los lóbulos frontales, donde posteriormente será evaluada toda la información de una forma racional. Este baño de dopamina genera que otros neurotransmisores como la Noradrenalina y la Adrenalina se unan al viaje e impregnen a su paso todo el cerebro, generando una activación motora que facilite la recompensa.
“Sabias que el baño de dopamina ayuda a que la información sea evaluada en el frontal-racional de una forma positiva. Generando una percepción más positiva que negativa del propio estimulo”
Después de que el estimulo ha sido evaluado de forma racional se obtendrá la recompensa por haber obtenido una meta, haber aprendido algo nuevo o haber suplido una necesidad, esta recompensa va activar un nuevo neurotransmisor llamado Serotonina. la serotonina nos permite obtener estados de calma, relajación, autocontrol, paciencia, tranquilidad mental y serenidad. Estados favorecedores de la razón sobre la emoción, lo que finaliza el proceso del circuito motivacional.
Este circuito que acabamos de describir permite al ser humano mantener la atención sostenida en el tiempo durante la consolidación de la información y el aprendizaje. Por tanto, es de suma importancia comprender que la motivación así como la emoción son primordiales en el aprendizaje eficaz del menor.
Es todo un primer reto lograr que la información que brindamos a los niños en forma de estímulos logre pasar el filtrado del SARA. No obstante, si atraviesa este filtro podrá ser evaluado posteriormente por la amígdala, en donde nos surge un segundo reto, como lograr que ese estimulo sea evaluado de forma positiva o favorecedora para la supervivencia y que por consiguiente pueda darse el gran baño dopaminérgico y continuar su camino hacia la recompensa.
Aunque se presentan muchos retos, vamos a buena marcha, conocer lo que realmente ocurre en el cerebro de nuestros niños nos permite idear estrategias educativas mas tangibles y eficaces.
No te pierdas nuestra próxima entrada, en la que hablaremos de como lograr estos dos retos mencionados en los párrafos anteriores.
Caminemos, leamos, creemos y Hablemos de Neuroeducación. Si te gusto el articulo no dudes en dejar tu comentario.